sábado, 30 de abril de 2011

REFLEXIÓN SOBRE EL TALLER VIH - SIDA

Sida (síndrome de inmunodeficiencia humana) es un término de “vigilancia” utilizado para definir un conjunto de indicios, síntomas, infecciones y cánceres asociados con un deterioro progresivo del sistema inmunitario, causado por la infección con el virus de inmunodeficiencia humana o VIH. Este virus apareció en la década de los ochenta, y rápidamente provocó en una pandemia  de proporciones mundiales. Actualmente, se calcula que el sida se cobra anualmente la vida de cerca de 2 millones de personas en todo el mundo.   

El VIH es un retrovirus que ataca y destruye  las células del sistema inmunitario, mermando la capacidad de este para contrarrestar enfermedades e infecciones, hasta provocar un estado grave de “inmunodeficiencia” que deviene en sida. Las personas con inmunodeficiencia son más propensas a contraer infecciones y desarrollar enfermedades que en condiciones normales podrían ser tratables, pero que en su situación representan un peligro potencial para su vida. Aunque la inmunodeficiencia supone una serie de síntomas particulares como fiebre, dolor articular, erupciones y desarrollo de nódulos linfáticos, estos varían de una persona otra y generalmente se manifiestan en  de 5 a 10 años después que  la persona ha sido infectada con el virus. Por lo tanto, muchos portadores del virus (llamados también “seropositivos”) no siempre  son conscientes de su situación, y representan un peligro potencial de contagio para otras personas. 

Vale aclarar, sin embargo,  sólo hay dos formas en que el VIH puede transmitirse de una persona a otra.

Ø  La principal forma de contagio es por vía sexual: cuando una persona sana y una persona seropositiva tienen relaciones sexuales y no observan las precauciones adecuadas (uso del condón), el VIH puede trasmitirse por fluidos tales como sangre, semen y líquido preeyaculatorio.  

Ø  Por otro lado, las mujeres embarazadas seropositivas pueden transmitir a su bebé el virus a través de la sangre de la placenta o  la leche.

Existen asimismo grupos de riesgo en los que el VIH puede trasmitirse fácilmente debido a ciertas prácticas y tendencias propias de esto:

Ø  Personas que utilizan drogas inyectables (como la heroína) y comparten agujas usadas.
Ø  Personas que reciben transfusiones de sangre sin que esta haya sido debida examinada para descartar la presencia de VIH .
Ø  Personas que ejercen la prostitución o mantienen relaciones sexuales con múltiples parejas.
Ø  Personas que han sido víctimas de una violación.
Ø   Y, en general, personas que por su condición social no tienen acceso a la información, ni a los medios adecuados para prevenir el contagio del VIH.

De lo anterior se puede deducir que el trato común con personas portadoras del VIH no es una forma de transmisión del VIH. Saludar de mano o de beso a una persona infectada, interaccionar con ella como con cualquier otra, no suponen el riego de la infección. Asimismo, el contacto sexual con personas seropositivas no necesariamente representa una forma de contagio, en tanto se tomen las precauciones adecuadas.

Pese a los grandes esfuerzos de la ciencia por encontrar una vacuna que contrarreste  los efectos del VIH, este sigue siendo incurable y el sida aún no tiene cura. La naturaleza misma del virus, que le permite mutar su forma para “engañar” al sistema inmunitario, dificulta la tarea. El condón, por lo tanto, es en la actualidad el medio más efectivo contra VIH.

Según dataos de la ONU, en el mundo “existen 33.3 millones de personas que viven con  VHI, de las cuales casi el 68 %  habita en el África Subsahariana”. El Censida estimó que hasta noviembre de 2010, 225000  personas, de entre 15 y 50 años, vivían con VHI.  Para el estado de Puebla el reporte fue de unos 6500 casos acumulados de VIH hasta noviembre de 2010.

Aunque estas cifras representan tan sólo un porcentaje mínimo respecto a la población total de sus respectivos ámbitos, la pandemia del sida no deja de ser preocupante. El sida sólo trae marginación y miseria a quienes lo padecen. Es por ello que la ONU, en colaboración con organizaciones de todo el mundo, ha puesto en marcha una estrategia  internacional contra el VHI/SIDA, cuyos objetivos principales consisten en prevenir, tratar, detener y reducir los problemas derivados de la pandemia del VIH tales como la mortalidad materna e infantil, el contagio entre usuarios de drogas, el contagio por vía sexual, la violencia de género y los actos discriminatorios contra los portadores del virus.  

Sin embargo, los esfuerzos internacionales serán en vano si la población no interviene activamente en la lucha contra el VIH. Es nuestro deber informarnos e informar otros sobre el virus, sus medios de propagación y las formas de prevenirnos de su contagio. Asimismo debemos rechazar la discriminación y la intolerancia hacia las personas que tienen  sida o son seropositivas, sea cual sea su condición social. 



Fuentes:


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