domingo, 10 de abril de 2011

Comentarios de los capítulos XI y XII

CAPÍTULO XI. LIBERTAD CULTURAL Y REDES SIMBÓLICAS. LOS RETOS CULTURALES DE MÉXICO FRENTE A LA GLOBALIZACIÓN

En los últimos años la "internacionalización" de la cultura mexicana es un hecho cada vez más evidente. Si bien desde la década de los años veinte la cultura mexicana ha seguido una marcada línea hacia la expansión y difusión de sus formas creativas, la velocidad y la escala en que México interacciona con el resto del mundo ha cambiado en los últimos dos lustros como consecuencia del proceso de globalización.
En México, como en muchos otros países que experimentan los fenómenos de la globalización, la cultura como tema de interés político y económico ha ocupado recientemente un lugar preeminente en el debate nacional. Esta situación ha conducido -como señala la autora- a la necesidad de construir "una nueva interpretación de la cultura de México" (293), que revalore las concepciones que se tenían sobre la cultura, las formas de preservarla y las capacidades del Estado para asegurar los derechos culturales de sus ciudadanos.
Concuerdo con la idea de que asimismo es importante insertar dentro de este marco de discusiones "los retos de los mexicanos ante      una globalización compuesta por un capitalismo mundial, una expansión insólita de la comunicación humana y una liberación cognitiva    hacia nuevos horizontes". (294).

Por otro lado, es un hecho que "la política neoliberal ha desplazado el peso de las acciones de la cultura hacia el mercado". (298). Las políticas culturales internacionales, por tanto, se han visto más o menos influidas por las demandas de un mercado altamente competitivo. En este sentido, el espíritu globalizador pregona, ante desigualdades de competencia económica, la creación de un campo internacional para la libre y justa competencia de los mercados. Sin embargo, en regiones como América Latina, lejos de crease las condiciones adecuadas para dichos propósitos, “lo que se creó en décadas recientes fue un mundo con grandes huecos". (299).

En América Latina, la desigualdad económica entre distintos grupos sociales es todavía muy palpable, lo que supone -creo- uno de los principales obstáculos para el desarrollo del ideal del libre mercado. Asimismo la agresiva intromisión de valores culturales, económicos y sociales ajenos muchas veces a las tradiciones culturales de los países latinoamericanos, han contribuido a crear desconfianza ante los posibles abusos o perversiones que pudieran suscitar las políticas globalizadoras. 

Una razón contundente para desconfiar de las supuestas bondades de la globalización se encuentra acaso en la situación de los pueblos indígenas, los cuales han mantenido una lucha seglar casi solitaria por preservar sus tradiciones, sus formas de arte y sus lenguas. ¿Qué hacer entonces ante el inminente avance de la globalización? ¿Cómo proteger las culturas autóctonas y tradicionales? Me parece que la solución más viable hasta el momento es la propuesta de crear "un nuevo orden cultural mundial", basado en Estados que aseguren los "derechos humanos, la democracia y la equidad".(301), que en el caso de los pueblos indígenas, por ejemplo, reconozca el derecho de éstos a decidir la manera de integrarse a la situación global. Creo que en la medida en que la sociedad se sienta a salvo de intereses extraños, de trasgresiones a su entorno, y segura de expresarse con libertad, será capaz de evaluar el problema de globalización con más amplitud. Asimismo concuerdo con la autora en la idea de construir una "ciudadanía pluricultural", que promueva la tolerancia, en vez de un "multiculturalismo" dado a la indiferencia y propicio a la discriminación.  

 Por último, La globalización no sólo suscita problemas de preservación o integración cultural: muchos artistas han en desarrollado, dentro del ambiente pluricultural en el que viven, formas creativas de superar los límites impuestos por la sociedad y el Estado. Jóvenes mexicanos que residen en Estado Unidos, por ejemplo, han tornado hacia expresiones eclécticas que, por una parte, les animan conservar sus raíces culturales (música jaranera), y por otra   les permite expresar problemas propios de su contexto social(hip -hop).
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Capítulo XII. EL CENTRO DE LAS ARTES DE SAN AGUSTÍN: ARTE, COMUNIDAD Y MEDIO AMBIENTE EN ETLA, OAXACA.
Cultura y medio ambiente son, sin lugar a dudas, dos de los temas más discutidos en el debate sobre mundo actual. La preocupación por su futuro va más allá de ser un lugar común. Ambos términos suponen elementos de importancia fundamental en la vida del ser humano: la cultura es probablemente el único patrimonio seguro del hombre, mientras que el medio ambiente le provee a éste (como siempre lo ha hecho) los medios y espacios esenciales para su supervivencia y desarrollo. Por lo tanto, todos los fenómenos relacionados con cultura y medio ambiente merecen no menos atención que aquellos que atañen a la economía o a la salud.

A veces, los estragos ambientales y las amenazas a la cultura, acarreadas por la industrialización inconsciente, son tales que la sociedad sale de su habitual letargo para defender sus bienes en forma más activa. En estos casos una actitud agresiva es, hasta cierto punto, comprensible. Sin embargo, más inspiradoras son las ocasiones en que las comunidades se organizan para armar una defensa pacífica y creativa de sus valores ambientales y culturales.

En San Agustín Etla, municipio oaxaqueño, parece haber algo en el aire o en el agua, que impele a sus habitantes a tomar las riendas de la preservación de su cultura y su ecosistema. El Centro de las Artes de San Agustín (CASA),ubicado en el edificio que otrora ocupara una fábrica textil, es quizá la muestra más admirable del espíritu creativo de la comunidad de San Agustín. Desde que abrió sus puertas, en marzo de 2006, este centro de desarrollo y difusión de artes gráficas, textiles y literarias se ha convertido en un referente nacional e internacional de la vinculación entre arte comunidad y medio ambiente.

En palabras de Claudina López (arquitecta del proyecto) el CASA es un "sitio para aprender, para hacer crecer la imaginación y la creatividad, pero al mismo tiempo donde se busca el cuidado de la madre tierra" (335). En el CASA tiene  asimismo como objetivo  "la formación especializada para artistas profesionales, nacionales e internacionales" (339).

Así pues, como consecuencia doble función cultural y ecológica, en el CASA hay elemento que me parecen destacables:

  • El sistema lectrotech, que permite hacer grabados sin la utilización de ácidos contaminantes.
  • La sustitución de eucaliptos por especies nativas.
  • Se utilizan reveladores ecológicos, o químicos tradicionales que pasan por un proceso de limpieza.
  • Las residencias para los maestros están equipadas con calentador solar.

Está por demás alabar los beneficios de un proyecto como este, pues de ello se encargará el tiempo. Sin embargo, lo que no deja de sorprenderme es la cantidad de instituciones (INAH, INBA, UNAM, OEI, etc.), artistas y colaboradores que unieron su trabajo para realizar una que por años había concebido el artista Francisco Toledo. Es seguro que en todo el país abundan proyectos tan maravillosos como este que, sin embargo, no han llegado a materializar; no por falta de ánimo o de apoyo (aunque este último sea limitado) , sino por falta de organización. Creo que cuando la gente sabe organizarse y soslayar sus prejuicios y deseos personales, los proyectos más ambiciosos pueden realizarse.    

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